Zack Snyder’s Justice League es una cinta épica, cautivadora, conmovedora e impresionante. Una película para el deleite de los fans que le propina una goleada a la versión del 2017.
Una visión que erróneamente no será continuada #RestoreTheSnyderVerse.
El 18 de marzo era una fecha marcada en el calendario para los fans de los superhéroes, llegaba la esperadísima Liga de la justicia de Zack Snyder, ansiada por muchos incluso repudiada por otros. Cuatro horas que tenía Snyder para darlo todo y cerrar su paso por el DCU de la mejor forma posible. Y lo consiguió, con creces, con sus aciertos y errores, que iremos desgranando a continuación.
Empezamos hablando de la duración, 4 horas, concretamente 3 horas y 52 minutos, que para nada se hacen largas, es verdad que en las dos primeras horas ( o si nos ponemos técnicos, 2 horas y 20 minutos, el punto de la película donde el director sugiere hacer una parada de descanso) se usan para contextualizar el punto donde arranca la historia, justo en la muerte de Superman en BVS, para iniciar el despertar de las cajas madre a consecuencia del último grito de Superman seremos testigos de como Bruce inicia los reclutamientos empezando por Aquaman, y por otro lado vemos cómo se desarrollan los personajes de Wonder Woman, Cyborg y flash, sin olvidar arcos secundarios como el de Lois Lane pasando el luto por su amor perdido o la misión del villano principal Steppenwolf, cuyas motivaciones y fines están justificadas, para volver a su posición junto a Darkseid. Tras el descanso , el director nos sumerge en una preparación para la batalla definitiva (sin olvidar la resurrección de Superman) y es una sucesión de viñetas dignas de una grapa de la Liga de la Justicia.
No obstante, Snyder nos deja varios hilos de los que tirar en un futuro, como la ecuación de la Antivida o la posible formación de la liga de la injusticia a manos de Lex Luthor.
El CGI, en muchas escenas es de una calidad baja, pues en la batalla de Temyscira la reina hace un giro en el aire un tanto extraño, o el malvado en las sombras, Darkside, se nota muy artificial en casi todas sus escenas, sin olvidar las apariciones de Martian Manhunter (o Detective Marciano en español) en las que se nota el uso de ordenador en exceso.
El Black suit de Superman (en los cómics lo usa para recuperarse y cargar de energía solar sus células kriptonianas) aquí simplemente es un cambio estético dirigido por el director, aunque debemos de admitir que incluso con este traje Henry Cavill sigue siendo el mejor Superman que podemos tener a día de hoy.
A título personal, tenía el hype por el cielo y la cinta lo subió a las estrellas. El guión se cocina a fuego lento (no obstante, sus 4 horas se van volando) llena los espacios en blanco de la versión de 2017 y desarrolla mucho más a los personajes sumergiéndonos en sus miedos, deseos y motivaciones (Flash, Cyborg y Steppenwolf son los más favorecidos). Las escenas de acción son grandiosas y espectaculares, bien dosificadas en cada uno de los 6 capítulos de la cinta. La mayoría de estas secuencias me dejaron perplejo, en especial la incorporación de Superman a la batalla final y su desenlace, y algunas, como la pelea de Superman contra la Liga se me hicieron cortas. Las escenas de comedia se agradecen. Sí, Flash es el comic relief, pero hay otros momentos que dibujan una sonrisa en la cara como la secuencia de Batman y Wonder Woman conversando frente a las computadoras y algunas líneas de Batman hacia Flash y Superman. La calificación R y la estructura de 6 capítulos más epílogo (este último me dejó sin palabras) es un acierto del largometraje.
Las interpretaciones son excepcionales
Ben Affleck entrega un Batman infinitamente mejor que la versión de 2017, jovial y menos oscuro a raíz de su encuentro con el hombre de acero.
Henry Cavill está correcto como Superman, like ever.
Gal Gadot es magnífica como Wonder Woman, se roba TODAS las escenas de combate, prefiero esta versión que la de Wonder Woman 1984.
Ezra Miller y Jason Momoa nacieron para encarnar a Flash y Aquaman respectivamente, el primero aportando mucho carisma y el segundo un aire de rockstar badass que van de maravilla con sus personajes.
Ray Fisher es increíble como Cyborg efectivamente es el corazón de la cinta, el personaje con mayor carga dramática de todo el metraje.
Cada uno de los 6 miembros del equipo tiene su momento donde brilla demostrando su valor y habilidades. El resto del reparto no desentona manteniendo el listón interpretativo bien alto, mención especial para:
Connie Nielsen (Reina Hippolyta), Jeremy Irons (Alfred), Joe Morton (Silas Stone), Jared Leto (The Joker) y por supuesto Amy Adams (Lois Lane). Hay que mencionar como acierto que el 90% de los personajes secundarios de la película cumplen un objetivo dentro de la trama. El villano Steppenwolf (Ciarán Hinds) todavía no se siente como una gran amenaza, pero los instantes dedicados a sus motivaciones mejoraron significativamente su imagen.
La banda sonora es exquisita y se fusiona a la perfección con la trama. No todo es pulgar arriba y ovación en la cinta, el Sol también tiene manchas, los efectos especiales dejan mucho que desear. Es cierto que el CGI en Steppenwolf es excelente, en Darkside y en Cyborg notable, pero es muy pobre en muchas escenas de acción, principalmente las que involucran a Wonder Woman y las amazonas. La escena slow-mo en la batalla final donde Batman (en su batimóvil), Wonder Woman, Flash, Cyborg y Aquaman se dirigen a la guarida de Steppenwolf parece sacada del videojuego HALO.
4 1/2 estrellas de 5
Guero Rider / #RRIVE
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