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VIDEO GIRL AI

En esta ocasión me gustará contarles sobre un manga que recomiendo ampliamente a los amantes del romance.

Video Girl Ai es un manga de Masakazu Katsura. Está basado en un one shot del mangaka llamado Video Girl y fue publicado en la revista Shūkan Shōnen Jump entre 1989 y 1992. En México fue publicado por el Grupo Editorial Vid en 1999.

La historia nos cuenta como Yōta Moteuchi, un joven común y corriente, cuya afición es el dibujo y las caricaturas, pero lo abandonó algunos años atrás. Cree que las revistas juveniles y sus cuestionarios tienen la respuesta a cualquier problema, por lo que las colecciona y obedece al pie de la letra. Sus compañeros se burlan de él por su pobre suerte con las mujeres. Le dicen Motenai, haciendo un juego de palabras con su apellido que significa “sin éxito con las mujeres”.

Su interés amoroso es Moemi Hayakawa, una chica a la cual podríamos calificar, tanto en esa época como ahora, como la novia/chica perfecta en los estándares japoneses: es linda, reservada, alegre y tranquila. Ella, a su vez, está enamorada del amigo de ambos, Takashi Niimai.

Takashi es el chico serio y popular con la que toda chica querría salir. Creo que es todo lo que puedo decir de él.

Aunque Yota no tiene mucho éxito en el amor, junto con él, va al lugar donde Moemi trabaja para intentar convencerla de tener una cita, pero por un accidente, no lo logra, y se retira, sintiéndose como un idiota.

Yota logra hablar con Moemi, después de varias situaciones, pero ella le confiesa sus sentimientos por Niimai, el cual se encontraba cerca y logra escucharla, pero él la rechaza, pensando en los sentimientos de su amigo, aunque lo que logra es más bien hacerle daño, ya que a Yōta le importa más la felicidad de Moemi que la suya propia.

En su camino de vuelta a casa, un Yōta abatido, se encuentra al video club GOKURAKU, gracias a que es de corazón puro, y está destrozado por lo que acaba de pasar. Ahí le ofrecen un VHS que le hará olvidar sus penas. Él escoge uno donde en la portada se ve una chica rubia, y en la contraportada nos describen sus cualidades. Yota no entiende nada de esto, y piensa que es un video XXX, lo toma y se va camino a casa. En su cuarto, lo reproduce en su VCR, realmente sin saber que esperar y sin nada que perder.

Es aquí cuando conocemos a nuestra video girl y co-protagonista, quien ha salido de la pantalla como si de Sadako se tratase. Se presenta como Ai Amano. Ai es una especie de inteligencia artificial con un cuerpo materializado por el sentimiento de Yota al necesitarla.

Es entregada a Yōta para que lo consuele, pero como fue reproducida por este en un VCR dañado (en el manga muestran que esa mañana, antes de levantarse, Yota lo golpea accidentalmente), salió defectuosa, ya que su cuerpo no es tan voluptuoso como se suponía y su personalidad es más tosca y violenta, además no poseer las habilidades de cocinar como chef con que son creadas todas las video girl.

En realidad, estas fallas son para mejor, ya que ahora sus sentimientos son genuinos y ha ganado la capacidad de amar y aprender, cosa que las video girl no pueden hacer. Ella decide ayudarle a conquistar a Moemi y es aquí donde su aventura comienza. Viven juntos, debido a que Ai no tiene donde quedarse (y la idea es estar con él para TODO lo que necesite) y, convenientemente, vive solo, ya que su padre siempre está de viaje a causa de su trabajo como diseñador de moda.

Las video girl no tienen sentido del pudor, lo que nos da escenas ecchi, aunque unas son bastante divertidas y otras se justifican con la trama. Con 116 capítulos, este manga nos muestra la odisea que estos dos tienen que pasar juntos, aprendiendo, y sobre todo, madurando y creciendo como persona. Más personajes aparecen a lo largo de este manga, caen en la dinámica del triángulo amoroso, hay drama, comedia, situaciones difíciles, crecimiento emocional y un cautivador desenlace.

El estilo de dibujo es muy de aquella época, sin dejar de destacar su diseño de personajes , con características particulares, que los hacen fácilmente distinguibles y nulamente afectados por el same face síndrome, gracias al gran trabajo del mangaka. Las bien cuidadas proporciones, tan bella anatomía en cada uno de ellos, es apreciada desde varios ángulos, permitiéndonos ver el hermoso arte de este. La creatividad en el diseño de sus vestuarios es algo que cabe destacar, pues no dejó de impresionarme conforme avanzaba la trama.

Es una historia bastante emotiva, con una narrativa lineal, personajes entrañables, hace que valga la pena leerlo. Aunque quizá llegue a ser un poco predecible, la manera en que se desglosa la trama, el camino hacia el final de la historia, los momentos memorables entre el inicio y el final, nos recuerda lo que somos capaces de hacer por amor, puesto que nos motiva e impulsa, como la gran fuerza que es para llevarnos a dar todo de nosotros por nuestros sueños.

Una miniserie en formato OVA de seis episodios fue creada por el estudio I.G. Tatsunoko en 1992; también cuenta con un live action.

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